
Como todos los primeros de enero, muchos de nosotros reflexionamos en lo que se espera del nuevo año. Hoy 1ero de enero de 2022 me encuentro meditando y repensando mucho; pero más que eso estoy tomando decisiones desde ya. El querer que todo cambie, mejore y prospere no hace nada hasta que no DECIDIMOS accionar en torno a eso. Entre tantas cosas que he decidido hoy, es hacer lo que conocemos como “borrón y cuenta nueva”, con todo aquello que ya no suma.
Creo que estamos casi todos de acuerdo en que el 2021 fue una porquería! Que año más duro; parecía que nunca iba a terminar. Durante el 2021, volví a cambiar de trabajo (normal jeje), me mudé de Caguas a San Juan, se completó mi proceso de divorcio y me cambiaron de área en el trabajo para algo que, honestamente, no me gusta; me fui de vacaciones a México, volé en globo y hasta comencé a ir a la iglesia de nuevo. Así que fue un año de muchas cosas nuevas para mí y por ende mucho que procesar. Pero al final, con todo y las experiencias positivas que tuve, llegué a diciembre sintiéndome estancada y, por ende, drenada.
Estancada porque de nuevo no hice mucho con Sin Plástico y porque no estoy trabajando en lo que me gusta. Siento que he perdido mi tiempo, porque (como dice Cynthia Martinez) me he creído mis propias excusas. He decidido justificar mi inacción, pero luego me quejo de lo mismo, “meto mano” un poco, no soy disciplinada y así me mantengo en un ciclo sin ningún crecimiento. Lo más frustrante es que estoy consciente de todo esto y aun así no hacía algo para cambiar mi situación. De nuevo, me mantuve creyendo mis propias excusas.
Pero entonces algo sucedió al final de diciembre pasado, ME CANSÉ. Me cansé de seguir escuchándome decir lo mismo una y otra vez. Me cansé de sentirme estancada. Me cansé de no verme como muchas personas me ven, capaz de lograr todo lo que me proponga. Me cansé de no poner en marcha todas las ideas que tengo en mente y por ende no ver mayor progreso en mi vida. Pero ok, ya reaccioné! Y ahora qué?
Ahora es que decido levantarme y moverme, dejando atrás las excusas y la vagancia. Decidí comenzar por perdonarme al no creerme suficiente para lograr todo lo que sé, Dios mismo ha puesto en mi corazón. Al igual que decido perdonar a personas que consciente o inconscientemente me hayan herido. Esas faltas de perdón ocupaban espacio en mí, innecesariamente. Además, decidí dejar de reprocharme por haber perdido el tiempo; entonces esas energías y pensamientos canalizarlos para todo lo que quiero lograr este 2022.
Borrón y cuenta nueva, porque si sigo enfocada en lo que ya se vivió no puedo llamarle pasado, pues continúa controlando mi presente. Era necesario soltar toda esa carga inutil para poder llenar mi vida de todo lo nuevo que viene.